> Estamos en los dos procesos. Y hay un punto de inflexión. Será en 2025. Se quiera o no, no estamos ante el fin del sistema capitalista, sino solo de su modelo popularcapitalista. Para algunos es el fin del mundo. Que se jodan.
>
> El dinero no se pone en valor subiendo unas décimas los tipos de interés de intervención con el pretexto de una inflación rara fantasmagórica —que solo se explica por los valores de catálogo de la vivienda—. Esto solo es una fase que necesariamente hay que dar. Como con cualquier enfermedad, se empieza el tratamiento con medidas caseras, a ver si hay suerte y cede. «Tómate una infusión».
>
> Ya hemos cumplido la fase de inflación rara. Y la inflamación no solo no ha cedido sino que se ha exacerbado. Pero ha quedado revelado que el único niño obeso mórbido de la clase es la vivienda.
>
> Queremos que se construya vivienda, sí, pero no es para bajar precios, sino para que no se hunda el PIB en cuanto EEUU dé la crisis de la vivienda y, con ella, la del dólar, lo que ocurrirá a caballo de las elecciones de este noviembre y la oficialización de su derrota-'prevail' en Ucrania.
>
> Buena parte de la inmigración se debe a lo mal que está el mundo, precisamente, por las hemorroides sangrantes que son las burbujas popularcapitalistas. Habrá enfriamiento en esta materia.
>
> Está bien que se diga que la economía está bien... falta va a hacer que lo esté, y mucha. Lo que sí sabemos es que la banca está desenladrillada y que suenan tambores de macrofusiones paneuropeas.
Aplicando la función inversa ppcciana:
-En 2025 el ladrillo seguirá subiendo
-Va a seguir todo en la dinámica actual
-La inflación va a seguir
-Va a seguir sin construirse nada de vivienda para revalorizar la que ya existe
-Van a seguir importando inmigrantes por containers
-El PIB financiero va a seguir subiendo
-Las fusiones bancarias van a durar muchos años y puede que no lleguen a estar tan concentradas como anuncian ahora