Killers of the Flower Moon
Martin Scorsese, 2023
Scorsese nunca falla, porque le sobra buen gusto y calidad por los cuatro costados. Killers of the flower moon no es una excepción, aunque formalmente muy diferente de la locura propulsada por cocaína de Goodfellas, Casino o la grandísima "After Hours", una de las mejores comedias que he visto.
Killers of Flower Moon es una película extraña. Porque es un thriller, pero es un drama, pero es un western, pero es una peli histórica o incluso una de amor. Basada en un libro de 2017 que cuenta la historia real de una serie de crímenes (genocidio lo llamaría yo) de los indios de la Osage Nation. Unos nativos que fueron desplazados varias veces hasta acabar en una zona donde les toca la lotería. Está llena de petróleo a caballo entre el siglo XIX y el XX. Se hacen de oro. Claro, algo que los blanquitos no pueden permitir.
Pronto llegan al territorio arribistas, psicópatas y ladrones de todo pelaje, intentando pillar la pedrea de los indios Osage. Las muertes sospechosas empiezan a acumularse, los matrimonios mixtos también. Las supuestas buenas relaciones entre indios y blancos desprenden un hedor insoportable. Y en el epicentro de todo esto está el reverendo Hale ("King") y su verbo pausado y florido, un personaje interpretado magistralmente por Robert de Niro.
Leonardo Di Caprio es el personaje "principal" de esta película coral donde entran y salen personajes a cada cual más extremo. Di Caprio es sobrino de "King" y llega de la primera guerra sonado y con una mano delante y otra detrás. Su tio le promete medrar y ejerce de su "benevolente" mentor. Di Caprio, sin personalidad propia, entra en la trama de intereses de su tío, que es considerado una figura de autoridad en el pueblo. No en vano es mecenas, rico y hasta Sheriff del lugar.
Pero sobre todo Hale es un ser aterrador. De Niro, ya mayor, se marca una actuación a la altura de sus mejores papeles con Scorsese. Muuuuucho mejor que en El Irlandés, el De Niro de Killlers of the flower moon da muchísimo miedo, porque deja atisbar la maldad absoluta de un psicópata sin escrúpulos, todo ello mientras habla pausado y conciliador.
Di Caprio conoce a una bella india, educada, inteligente... y se enamora de verdad de ella. Sin embargo la película nos va mostrando como Ernest (así se llama en la peli) traiciona todo lo que quiere y sobre todo a su mujer Mollie, interpretada por Lily Gladstone. Simplemente por no tener personalidad y no tener escrúpulos.
Formalmente es una peli de ritmo pausado, a pesar de que la ha montado la mano derecha de Scorsese Thelma Schoonmaker, capaz de hacer cosas tan locas como Goodfellas. No, aquí el terror y la acción es tranquila, entre líneas, eufemismos y maldad, mucha maldad.
La música, compuesta por Robbie Robertson, de origen nativo americano y que desgraciadamente murió dos meses antes del estreno de la película, da un ritmo inexorable y desasosegante a la peli. Es una especie de blues con un bajo repetitivo, pero mezclado con percusiones de reminiscencias nativas. No es la única música, ya que Scorsese (un apasionado del blues y conocedor exhaustivo de sus orígenes de Mali, algo que reflejó en un documental) intercala canciones de blues y country primigenios, quizás extraídos de la época o del archivo de la biblioteca del congreso. Allí el gran musicólogo Alan Lomax recopiló exhaustivamente la tradición musical de los sitios más dejados de la mano de dios.
El conjunto de Killers of the flower moon es sobrecogedor. La opresión es tal, que me ha dado hasta mal rollo ver la peli. El mal, la codicia sin escrúpulos pululando en las familias, envenenando absolutamente todo. Es casi una peli de terror, pero profundo. Una mezcla de genocidio y peli de asesinos en serie. Pero también tiene personajes complejos, contradictorios, patéticos en su maldad infantil.
Sólo un genio como Marty sabe llevar esto a buen puerto, a pesar de las más de tres horas de duración, a pesar de tener tanta estrella en los créditos incluyendo el grande Jesse Plemons. Joder, si sale hasta Scorsese y Jack White de los White Stripes (otro grandísimo conocedor del blues primigenio) haciendo unos cameos en una escena genial al final.
La peli derrocha poesía, violencia, corrupción moral y todo lo que a Scorsese le mola. Pero si en Goodfellas realmente te importaba una mierda lo que pasaba a los personajes al final (no eran más que unos tarados todos ellos), en esta el cuerpo se te queda fatal.
Muy recomendable si tenéis la paciencia de dejaros envolver por las tinieblas del alma humana.
Le doy un
8 HDLGP de oro.
Igual le daría más, un 9 o así. Me lo pienso.