elarquitecto
El problema es, y va en serio, que TODA la industria de fabricación de explosivos y armas Nacional, está en manos extranjeras a excepción de la naval precisamente (y porque no daba dinero venderla en su momento como todos sabemos).
Eramos un referente europeo en fabricación de explosivos y armas largas, Santa Bárbara ya no es española, Maxam (En el páramo de masa) ya no es española.
Teníamos nuestras marcas de explosivos y nuestros desarrollos nacionales.
Las fábricas en las que se invirtió tanto y tanto dinero y que eran estratégicas, son ahora de grupos belgas, yankis, etc. Hemos vendido lo que no debiéramos.
No es tan sencillo como tener cuatro tornos y ya. Los explosivos por ejemplo, requieren de reactores con unas medidas de seguridad muy específicas, y una infraestructura que no se monta en dos días ni mucho menos.
Y las armas largas, tampoco vale cualquier torno, necesitas bancadas muy largas, herramientas muy largas y muy precisas, solamente para hacer un cañón por ejemplo de arma larga. Eso también requiere meter pasta en máquinas y gente que sepa hacerlas funcionar bien calibradas. Además, no os vais a creer lo que se puede llegar a desechar (en cantidad) en una producción industrial de cañones, cuando te das cuenta de que algo se ha salido de rango.
Eso multiplicarlo por diez, y nos vamos a cañones de artillería o de tanques. Unas décimas de error en un cañón de 6 metros, y todos tus cálculos de precisión se van a la porra, y para mecanizar eso, necesitas una bancada muy muy larga con apoyos intermedios, máquinas muy muy precisas. Nada fácil la verdad.
Tampoco tenemos grandes laboratorios de desarrollo, hace años teníamos gente para ello, materiales nuevos, diseño de armamento, de explosivos, etc todo público (de defensa).
Resumen, Galileo se alarma ahora, pero la alarma se tendría que haber puesto en marcha hace mucho ya. Hemos desmantelado nuestra industria de armas por la vía rápida (vendiéndola) y sólo veo la posibilidad de volver a tener algo en condiciones, poniendo de nuevo dinero público en ello, desde un punto de vista estratégico. Y eso es algo que no se va a hacer. Por cierto, que fue el gran Ánsar el patriota vende humo, el que empezó a lo bestia a deshacerse de lo que llamaban chupones públicos, al igual que con las eléctricas y timofonica. Estos grandes patriotas, que dejan lo estratégico en manos de extranjeros permitiendo la venta, tras venderles primero a sus colegas por cuatro duros lo que los españoles pagamos durante generaciones con la excusa de que lo público no es rentable.