Berlin, gentrificadito
Estoy de nuevo en Berlín, la ciudad donde tenía que haber vivido en los 90. La conocí en el año 90 cuando el muro todavía estaba omnipresente, todo estaba destrozado y todo eran posibilidades. Los soldados rusos deambulaban sin rumbo, los listos compraban pisos a dos manos, los ocupas se hacían con todo Prenzlauer Berg y Mitte y era una ciudad maravillosa. Como en el Cielo sobre Berlin pero sin límites para moverte.


Luego a mitad de los 90 regresé a ver a un amigo escritor. Volví a Prenzlauer Berg, y donde antes todo eran casas destartaladas ahora todo era fiesta y la mitad de las casas ya habían sido reformadas. La mitad eran ocupas y la otra mitad pisos para gente bien. Ese barrio pronto se convirtió en uno de los barrios más gentrificados y con más niños de Europa. Pero todavía estaba lleno de bares maravillosos, donde habían metido cinco sillas, unas lámparas de segunda mano y habían dejado las paredes llenas de roña. Era una maravilla de creatividad y libertad. Recuerdo estar tomando unas cervezas en la calle y de repente un tío colocó dos altavoces en la ventana y empezó a poner techno a todo trapo y todo el mundo era feliz.


Desgraciadamente (o afortunadamente, si hubiera venido a Berlín sería un borracho terminal o yo que sé) Estocolmo se cruzó en mi camino. Dejé las raves y las tiendas de maxis rarísimos en lugares imposibles por la naturaleza y las startups y mi mountain bike. Y el aburrimiento loco.
En 2008 regresé, y Berlín seguía viviendo de los restos de esa explosión de creatividad, los bares de esa época maravillosos seguían abiertos. Esas paredes desconchadas, esas luces, esas barras preciosas. Pero claro, las cosas no duran siempre. A partir de ese año empecé a venir casi anualmente, incluso dos veces al año. He visto como Berlin ha ido perdiendo a pasos agigantados aquello que la hacía especial.
Sigue siendo una ciudad maravillosa, enorme, llena de secretos... pero la llegada del gobierno a la ciudad, los inversores de todos lados comprando pisos a mansalva, las startups, pues han ido expulsando a todo lo creativo hacia otros barrios o directamente han acabado con ello.
Recuerdo Mitte en 1990, todas las fachadas destrozadas, todo hecho una mierda. Luego en 1996 la cosa seguía igual, pero habían abierto miles de bares y locales de todo tipo sin ton ni son.

Había una casa ocupa famosísima, centro cultural, llamado Tacheles. Lo montó un chaval de unos 20 y poco, un artista. Estaba en lo que quedaba de un centro cultural Judío o algo así. Habían plantado autobuses en el suelo como si fuera champiñones, había hasta un caza ruso. Siempre había espectáculos en plan La Fura dels Baus y raves y cine. En 1990 era un sitio total. En 1996 había ya un Ferrari Testarrosa en la puerta. En 2008 solo quedaban perroflautas-ultracapitalistas haciendo mierda de "arte" para turistas. En los 2010's los antiguos okupas se peleaban entre los idealistas y las garrapatas que pugnaban por lograr la más jugosa indemnización de los inversores inmo. Me parece que alguno se llevó millones de euros.


Luego lo tiraron y montaron ahí unas oficinas horrorosas, grises, para gente gris.

Ahora, en una ciudad donde corrían listas para pillar pisos de 300m2 por 100€ al mes, la vivienda está imposible. Todos los expats de mierda que curran en empresas de tech vienen a la ciudad con sus sueldos elevados y han empujado a todos los locales a tomar por culo (salvo los que fueron listos y se pillaron casas en los 80 y 90). Primero estaban en Prenlauer Berg y Mitte. Luego se fueron a Kreuzberg. Luego a Neuköln y Friedrichschain. Finalmente se han tenido que ir a tomar por culo.
Porque una cosa que tiene Berlin es su tamaño. No siquiera os hablo del oeste, que está fenomenal. Hacia el sur estuve ayer recorriendo más de 35 minutos en coche y eran barrios y barrios y barrios llenos de gente, eso si, cada vez más pobres.
Mitte está tomado por pijos y expats con pasta, aunque queda algún bar que otro de los 90 que te recuerda lo MARAVILLOSA que fue esa época. Bares con las paredes desconchadas, barras preciosas, luces increibles, neones, incluso cines!
Pero lo inmo acaba con TODO. Es un cáncer.
Mañana más.