aquí os dejo la homilía de hoy:
[Inés Xavier.— El 'paper'
https://www.federalreserve.gov/econres/feds/files/2022033pap.pdf
no es lo que piensa la FED, sino un mero invento del TBO. Está escrito por una joven portuguesa formada en la catalana Universidad Pompeu i Fabra con 'stage' en la Fed. Según ella, habría burbujas de activos —más bien, 'hactibos'— que 'absorben exceso de Ahorro' (!?) y, por ello, son buenas contra el estancamiento cuando hay trampa de liquidez —promemoria: la trampa de liquidez es la situación en la que el nivel de tipos de interés es tan bajo que la política monetaria es inoperante para mover la Producción y la Renta, quedando toda la intervención para la política fiscal—. La autora de semejante ideíta —la bondad de ciertas burbujas, sin decir cuáles— reconoce expresamente que las burbujas de activos son la «desconexión entre precios y fundamentales». ¿Entonces, cómo puede alguien razonablemente decir que es bueno que haya plagas de perdedores que han pagado o pagan mucho por cosas que no lo valen? Ni estancamiento ni trampa de liquidez ni gaitas. Aparte de acientífico, es inmoral decir esto. ¿Acaso las violaciones son buenas porque liberan tensión sexual? Olvida la autora que es consustancial a todo sistema capitalista avanzado que haya exceso de Ahorro. Por eso se hacen cosas para 'contrarrestar la tasa decreciente de ganancia'. Pero montar 'burbujas de activos', no… ¡porque es frontalmente contrario al Capital! El Capital es el Activo menos el Pasivo. Las burbujas crean la ficción de que el Activo vale más, lo que permite expandir el Pasivo, que hay que honrar sí o sí: las burbujas, pues, matan por el Activo y rematan por el Pasivo al Capital. Se trata, precisamente, de lo contrario de lo que dice esta autora. Se trata de administrar la caída tendencial de la tasa de ganancia pero preservando el Capital. Además, mantiene esta suerte de automutilación capitalista haciéndolo desde el púlpito de la Fed y parapetada tras las pseudomatemáticas de los modelitos de equilibrio estocástico de profesor-franz-de-copenhague. Aunque la autora parece fundamentarse en la Síntesis Neoclásica Keynesiana, solo la parodia apuntándose a la hipótesis 'falsoliberal neoliberal' de la etiología monetaria de las burbujas. Volviendo a nuestro ejemplo, sería como decir que hay violaciones porque hay minifaldas. El Enfoque de la Renta brilla por su ausencia, razón por la cual delira con que los timos absorben Ahorro cual esponjas, haciendo que escasee y, de conformidad con el pensamiento 'leydeofertademandista', presionando al alza al nivel de tipos de interés. Confunde Ahorro y dinero. El Ahorro —al que se refiere la propia Síntesis NK— solo es la Renta que no va a Consumo. Los timos valorativos lo único que hacen es cambiar dinero de manos. El Ahorro es exactamente el mismo antes y después del timo. Solo se permutan las titularidades del 'hactibo' y del dinero. El que tenía 'hactibo' ahora tiene dinero y viceversa. Lo importante es exactamente lo contrario de lo que dice esta autora: tras el timo valorativo, baja en general la propensión al consumo —y, en segunda ronda, decae la Producción— porque se redistribuye la Renta en favor de extractores aproductivos, que suelen ser resentidos antisistema —suelen ciscarse en los bancos centrales y gobiernos realmente existentes, e incluso en el propio dinero, que no 'valdría' nada por lo supuestamente abundante que sería—. Es estúpido emplear recursos en la sobreproducción de 'hactibos' de mierda para que haya menos dinero en manos de quienes más consumen o invierten productivamente, para que escasee, se ponga caro y haya más rentas financieras e inmobiliarias. ¿Dónde está escrito que los vendedores de 'hactibos' salvan? No hay que confundir Efecto Riqueza con la Falsa Sensación de Riqueza de los primos. Las burbujas arruinan el Trabajo & Empresa y la acumulación capitalista. Son causa de recesiones, no al revés. Y, además, cuando afectan a bienes básicos, como la vivienda, son guerras civiles intergeneracionales que duran décadas —vulnerabilidad que aprovechará tu enemigo—.]
NI HAY INFLACIÓN PROPIAMENTE DICHA NI LA AUTORIDAD MONETARIA TIENE LA CULPA DE NADA.—
Esta inflación rara que se dice que hay no va a trasladarse ni al nivel general de tipos de interés ni a los tipos de cambio y se curará con la oficialización del Catacrack Popularcapitalista:
— «It will come in due course» (Lagarde)
La inflación que están dando los índices IPC desde mediados del año pasado es un engañabobos. No hay dos países con el mismo IPC ni dos comunicadores económicos que tengan la misma teoría sobre la causa académica de esta presunta inflación que se supone que estaría destruyendo el dinero.
Es así porque es arbitraria: no hay suficiente soporte económico para que haya inflación; si suben más de la cuenta los precios de consumo es por decisión calculada de quienes tienen poder para fijarlos, que abusan de que, por ahora, los precios extravagantes, como viene pasando desde hace cuatro décadas con los de la vivienda, se los creen suficientes consumidores con poder adquisitivo para pagarlos.
Las autoridades ya ven la necesidad de dar la alarma y van a proceder a ello al comienzo del tercer trimestre, probablemente la tercera semana de julio —el martes 19, por poner una fecha verosímil para taparles la boca a los ganchos del timo inmobiliario, tan dados al «nos los quitan de las manos» y dar ultimátums—.
Volubilidad de unos y complacencia de otros, cosas del resentimiento tardopopularcapitalista, como pasó con el bréxit y Trump.
Pero una cosa es cierta: las malas noticias ya no son 'buenas', la autoridad monetaria se ha apeado de la 'put' genérica vigente desde la Capitulación-2010 y está obrando en consecuencia. Sencillamente, porque todos estamos de acuerdo en que los niveles de inflación observados, aparte de excepcionales, son anormales en el sentido de que no se corresponden con la economía real.
Esta inflación tan rara es:
— Un desquite microeconómico para:
• recuperar ingresos que no ha habido (pandemia);
• mantener ingresos con menos cantidades (pospandemia); y
• aumentar ingresos cara a la recesión.
— Una coartada macroeconómica para:
• recuperar un poco de margen de maniobra en política económica;
• mantener el endeudamiento general con tipos nominales ínfimos; y
• aumentar la recaudación tributaria cara a la recesión.
En el ruedo del timo inmobiliario, esta inflación rara es el último toque de aviso tras una faena de muleta eternizada:
• última oportunidad de desagüe, esperando que se radicalicen los demandantes —los últimos son los peores, que se dice en Bolsa—: «te urge deshacerte de tu dinero, que cada vez vale menos»; y
• que los 'himbersores' retengan sus 'himbersiones', de modo que se quede en la sombra la inmensa oferta que hay para la exigua demografía que tenemos, aparte de la ausencia de expectativas de ingresos estables: «para qué quieres vender ahora y hacer un dinero que no vale nada".
Una prueba gráfica de lo que decimos es esta ('Brent/RBOB crack spread'):
La materia prima (el crudo) no sube tanto como el producto elaborado con ella (la gasolina). Dicho de otro modo, la estridencia del precio del producto elaborado no se explica completamente con el ruido del precio de la materia prima. Hay, pues, algo raro en la fijación de ambos precios. Se nos ocurren infinidad de ejemplos en el mismo sentido, empezando por el gas y la electricidad y terminando por la agricultura y la alimentación, pasando por todo lo que involucre transportes.
Se diría que este mundo en recesión y en guerra estuviera padeciendo una gravísima epidemia de inflación canónica…
https://www.global-rates.com/es/estadisticas-economicas/inflacion/inflacion.aspx
… aunque, por contra, los precios en Bolsa & inmuebles norteamericanos caen sin pausa dejando ver que el próximo gran suelo está muy, muy abajo…
https://stockcharts.com/h-sc/ui?s=$NDX
https://stockcharts.com/h-sc/ui?s=$SPX
https://www.investing.com/indices/phlx-housing
… mientras que continúan multiplicándose signos inequívocos de recesión económica...
https://www.gfk.com/hubfs/website/editorial_ui_pdfs/20220525_PR_Consumer_climate_Germany_efin.pdf
… pero, ¡atención! sin que nada ello preocupe especialmente ni a las autoridades financieras (monetarias o fiscales) ni a los mercados secundarios de deuda pública o de divisas…
https://es.investing.com/rates-bonds/world-government-bonds
https://stockcharts.com/freecharts/yieldcurve.php
https://www.ecb.europa.eu/stats/financial_markets_and_interest_rates/euro_area_yield_curves/html/index.en.html
https://es.investing.com/currencies/single-currency-crosses
¿Raro? Para nosotros, los estructuraltransicionistas, no lo es. El declive de ciclo coyuntural que vivimos es especial porque se trata del último ciclo coyuntural del pack de ciclos coyunturales que conforma el ciclo estructural iniciado a mediados de los 1980. Estamos en el último vaivén al final de una era que jamás volverá y la gente sencilla lo sabe en su fuero interno porque estos precios inmobiliarios que padecemos son a todas luces incompatibles con una economía ordinaria decente. Por eso hay tanta ansiedad en todos los ámbitos (*).
Estamos viviendo en directo el Catacrack, es decir, la inflexión definitiva del proceso de Transición Estructural del modelito popularcapitalista ochentero al nuevo modelo de dinero fortísimo.
Además, las autoridades nos están diciendo por omisión que el Catacrack es sanísimo.
Atrévanse a defender a las autoridades de los insultos del resentimiento de los jugadores popularcapitalistas, especialmente, de:
• los timadores inmobiliarios, sus ganchos y correveidiles, que andan haciendo creer a los primos que «la inflación ha venido para quedarse», que «es por culpa de las autoridades» y que «hay que aprovechar para hipotecarse ahora, que el nivel de tipos de interés sigue bajo»; y
• los trabajadores-directivos y los 'think tanks' que financian, reos de su permanente ofensa a las autoridades; el componente de victimismo exculpatorio de la i-CEO —ideología Chief Executive Oficer—, a veces llamada i-C —ideología Corporativa—, es un tumor maligno que daña directamente el corazón del sistema; han ultrajado y ultrajan tanto a las autoridades que en momentos como reste resultan muy desestabilizadores —este maltrato está previsto en el Código Penal, ¡ojo!—; en este sentido, hay que denunciar que están infundiendo un desprecio injustificado al dinero , eso sí, los muy cínicos, con el riñón bien cubierto con sus supersalarios extravagantes —la i-CEO es lo peor del obrerismo—.
No es el momento de estar invertido en nada que no sea euros contantes y sonantes. Ni siquiera es momento de consumos extraordinarios. Solo están calientes determinados precios de consumo de forma puntual y en ciertas circunstancias, y con el oído puesto en cómo va la recesión y la vista, en la ansiedad creciente de quienes hasta ahora se han creído que el modelo popularcapitalista era eterno —y que, por tanto, tarde o temprano, podrían hacer un montón de 'miyoneh', si podían permitirse el 'hodl' de su 'himbersión'—.
La inflación solo tiene cuatro causas académicas: demanda, costes, monetaria y autoconstruida. La tan cacareada 'inflación' que dicen que estaríamos viviendo —y que se supone que te obligaría a separarte 'ya, pero ya, ya, ya' de tu dinero— no encaja bien en ninguna de las cuatro causas académicas. Por eso los 'inflabocazas' las mezclan. Incurren así en la falacia 'non causa pro causa', en particular, del tipo 'cum hoc, ergo propter hoc' —la mentira se vale de lo cierto para atacar la verdad—.
Además de falaces, muchos son cursis. Por ejemplo, dicen muy serios tonterías sonrojantes como que «el confinamiento-cóvid ha dañado más a la 'Oferta' que a la 'Demanda'» —la escasez es denominador común de su mistificación leydeofertademandista—. Pero, desde luego, en lo que coinciden todos los inflabocazas es en echarle la culpa a las autoridades financiero-monetarias —o sea, al banco de la banca y del Estado—, cuyos funcionarios serían 'gilipollas' en sentido estricto, es decir, se creerían muy listos y no les importaría desagradar. ¿Pero quién es el verdadero gilipollas, aparte de gafe?
Sin embargo, en los cuarteles generales, ya se ha roto la primera buena lanza a favor de las autoridades monetarias, lanza de calidad y de 'derecha', nada de Teoría Monetaria Moderna:
https://www.project-syndicate.org/commentary/us-federal-reserve-inflation-blame-by-kenneth-rogoff-2022-05
Desde mediados de los 1980, el sistema capitalista está siendo tiranizado por un pacto fáustico intraobrero —trabajadores-directivos al frente—, pacto dañino para el sistema. Las autoridades se limitan a administrarlo y controlar la mecha de la bomba destructiva que supone. Y lo están haciendo muy bien.
En virtud de dicho pacto no querido por el sistema, los perceptores de rentas salariales obtienen consuelo autoindulgente creyéndose capitalistitas sobrevalorando mágicamente su vivienda básica. Decimos mágicamente porque el falso obrerismo del 'todos capitalistitas' pretende justificar dicha sobrevaloración de la vivienda básica en el funcionamiento supuestamente normal de la mano invisible que, según el pensamiento dominante, equilibraría toda oferta y demanda.
Tras la desmembración de la URSS, al sistema capitalista le empezaron a rechinar las consecuencias de dicha sobrevaloración de la vivienda básica, principalmente financieras, pero también de toda índole —p. ej., cesación de la movilidad social intergeneracional, deformación de la estratificación social, etc., porque en el pacto fáustico aceptas que el ascensor social sea la sobrevaloración meramente contable de tu mierda de vivienda—.
Pero el colmo ha venido con la actual inflación rara, verdadero 'delirium tremens' popularcapitalista que te forzaría a deshacerte de tu dinero, como el que tras tomar LSD se tira por una ventana creyendo que va a volar.
En la celda donde cumples condena por tu estúpido pacto fáustico, solo ves sombras que se parecen a la inflación canónica. La pena de prisión te la ha impuesto el sistema. Pero las sombras no las engendran las autoridades (monetarias y fiscales), sino los primos y los timadores y sus ganchos.
La sustitución del modelo popularcapitalista, de ladrillo caro y falsoliberalismo neoliberal, por el nuevo modelo, de dinero fortísimo y planificación central, no viene de la mano de luchas sociales. No hay voluntarismo alguno en esta cuestión. Se trata de una mera racionalización del propio sistema capitalista, dictada por su ortograma. Nada ni nadie representa o personifica el cambio. Se materializa a través de modificaciones estructurales más o menos automáticas, fruto de la dinámicas creadas por los algoritmos que constituyen el sistema. Repetimos: no estamos ante ninguna revolución ni ante revolucionarios; estamos ante el sistema actuando acorde con su ser y estar, sistema que ya no es amigo tuyo, si es que alguna vez lo fue.
Las luchas sociales que hay son retrógradas. Son la reacción resentida de los parásitos beneficiarios del modelo agotado, modelo que el sistema destruye para sobrevivir. En este movimiento reaccionario, el protagonismo lo tiene el 'propietariado' obrero, en cuya vanguardia se sitúan los trabajadores-directivos y los profesionales, artistas y deportistas 'bienpagaos'.
¿Por qué, si no, decimos eso de que «hay que ver lo loquita que anda la derecha»? En las situaciones de cambio estructural, la conservación del modelo se da de bruces con la del sistema.
Estos días en particular, con tanto «faltan trabajadores», estamos asistiendo a la maduración del «contratar un obrero es casarte con su casero». El sistema no puede satisfacer el nivel salarial que demanda el artefacto inmobiliario y sus construcciones sociales. Y ahora el sistema está mucho más fuerte que en 2006-2010.
Dejemos que todo siga su curso.
'It will come in due course'.
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(*) La ansiedad se extiende a todos los ámbitos. Por ejemplo, el feminismo de cuarta ola ya es bajista. Hubo tres capas alcistas: igualdad jurídica, igualdad de hecho y frentepopulismo ('interseccionalidad'). La cuarta capa ya no es expansiva. La mujer es vista como clase social vertical en lucha con el hombre por la titularidad de los derechos dominicales sobre el Capital, especialmente los inmuebles, úteros hiperbólicos. Esta cuarta onda no solo es recesiva para el feminismo, sino que, en las economías capitalistas, es reaccionaria.