Jag ¿En España dices? Tenemos:
-24 millones de trabajadores en A y otro tanto de millones en B, entre remeros, funcis y enchufados e importando un 5-10% más cada año
-Ladrillo caro, garantizado por el BdE en primera instancia, por el BCE en segunda y por el FMI en tercera, whatever it takes, caiga quien caiga, a prueba de bombas nucleares
-Una de las mayores maquiladoras de coches en occidente, dentro de la UE
-El macroresort turístico (España) del resort turístico civilizado (Europa) del turismo de los más ricos del planeta
-Refugio del dinero de los ricos de Suramérica, es como Florida en los 80, pueden llegar al banco con sacos de billetes manchados de sangre y cocaína y mirarán para otro lado si es para comprar ladrillo. Por 500.000 euros gastados en una vivienda, te regalan la nacionalidad española, es un modelo que no lo ocultan ni oficialmente.
Y sobre todo, lo más importante, tenemos la impresora del BCE, que seguirá sujetando whatever it takes el ladrillo y a los paguiteros.
A los chinos los meten en vereda cuando les dá la gana, no son un riesgo real. Mira lo que ha pasado con Huawei, tenían la mejor tecnología de 5G y con unas palabritas del presidente de EEUU se los han cargado. A Skeletor se la puso en su reseco coño que iba a visitar oficialmente Taiwan, los chinos se revolvieron como les gusta hacer pero Skeletor se paseó por Taiwan como quiso y Winnie the Pooh se comió un tarro de miel para pasar el mal trago y se jodió.
Las próximas generaciones de remeros sí están condenadas, pero las de los ricos y cercanos a la impresora no lo están, entre ellos se enchufan a la impresora para no perder poder adquisitivo y por eso no solo no les importa que los remeros de la privada lo pierdan, sino que les beneficia porque cuanto más pobres sean menos sombra económica les podrán hacer.
Las soluciones para subirse a la impresora son:
-comprar ladrillo si tienes dinero o ladrillo de antes
-tirar de enchufe para meterte en negocios de Amiguetes S.A.
-aporbar una oposición si no tienes ni dinero ni enchufe
Y no hay más, el resto es miseria de por vida.