Este video es interesante, porque reconocen que los drones fueron ukros, y que iban a una base militar cerca de Moscú, al lado del barrio más pijo (Rublyoska, como la moraleja o algo). Al parecer la guerra electrónica de interferencia del GPS logró que varios de los drones se estamparan contra las casas de los ricos. Y los rusos de a pie lo celebraron porque odian a esas "élites" extractivas.
Hasta Solomillov salió diciendo que era intolerable.
Por supuesto cada día Rusia destruye una unidad Patriot (en sus sueños) y nosecuantos miles de drones, mientras que los suyos llegan todos toditos.
Esto ya es una tragicomedia en toda la regla. Y a todo esto Putin indignado porque les habían devuelto el ataque que hicieron a Kyiev. No tiene ni pies ni sentido, ni valor estratégico ni táctico. Es la pataleta del "superior" que si no puede ganar tira los juguetes al suelo.