Os había prometido hablaros de una serie fantástica que estoy viendo y aquí está.
Families like Ours
(Familier som vores)
Tomas Vinterberg, 2024
Entre mis pelis favoritas, esas cinco pelis que me llevaría a un bunker nuclear, está Festen, la mejor peli Dogma que se hizo nunca, superando a la también notable Idioterna de Lars Von Trier. El director de esa obra de arte era un joven danés llamado Thomas Vinterberg que a lo largo de los años nos ha dejado varias obras de gran calado. Entre ellas destacan Otra ronda y La Caza, pero tampoco podemos olvidar Kollektivet que es como el reverso tenebroso de la maravillosa Tillsammans del sueco Lukas Moodysson.
Thomas Vinterberg es joven y tiene pelazo
Así que cuando me enteré que Vinterberg tenía una serie nueva me lancé con mi contraria a degustarla (sufrirla?) con fruición. En familj som vår (así se llama en sueco) acaba de ser estrenada y ya nos hemos tragado los primeros 6 o 7 capítulos, nos queda uno por ver.
La premisa es la siguiente: En un futuro muy cercano (2027?) el cambio climático empieza a causar estragos. El nivel de las aguas por el deshielo del ártico hace que los países a un nivel más bajo, principalmente Holanda y Dinamarca, las estén pasando putas intentando parar a las aguas con barreras y polders y de todo. Pero no es suficiente, Holanda ha quebrado por el coste brutal de esas obras... Dinamarca va por el mismo camino y como buenos nórdicos intentan ser pragmáticos y adelantarse a los hechos. No van a poder parar las aguas, no van a poder pagar las obras mastodónticas que se requieren. Y deciden cerrar el país. Tal cual. Vaciarlo y cada uno por su parte.
Suena ridículo, pero la mano de Vinterberg no tiembla y te mete en la paranoia de manera MAGISTRAL. Por supuesto el gobierno se lo tiene muy callado, pero un político de medio rango del ministerio de Asuntos Exteriores recibe la información unos días antes y decide compartirlo con su novio, un bonachón rico de cojones de una familia de nobles que vive en un castillo a todo trapo. Deciden venderlo todo y llevarse la pasta de estranjis a Suiza.
No pueden evitar contárselo al marido de la hermana del diplomático, que también pone la casa a la venta a un precio irrisorio, la logra vender, pero en cuanto salta la noticia el comprador se caga en sus muertos y paraliza la compra con abogados y con el banco. El cuñado del gay diplomático, arquitecto con una vida danesa de ensueño en una bonita casa llena de vida, con una hija adolescente que va a comenzar la universidad, una guapa mujer (que es Helene Reingaard Neumann, mujer de Vinterberg en la vida real) y un niño pequeño.
Helene Reingaard Neumann
De repente tienen que decidir a donde se marchan a rehacer sus vidas. El gobierno tiene un plan de salida escalonada, pero los países de la EU se han puesto en plan trinchera después de lo de holanda, y los requisitos para entrar son muy complicados, incluso para guapas danesas. Unos se piran a Finlandia por tener familia ahí, otros se piran a un sitio infecto en Bucarest porque solo los acogen ahí, los ricos con información privilegiada se lo montan de puta madre en Londres. Y el arquitecto y su familia tiran de contactos y montan un chanchullo con un arquitecto gabacho para poder irse a París...
Por supuesto todo se va a la mierda más rápido de lo que la gente se puede imaginar. Uno de los factores es que los daneses, como buenos hipotecaditos muy por encima de sus posibilidades, tienen todo su dinero en sus preciosas casas decoradas con muebles de diseño. En cuanto dicen que van a cerrar el país las casas no valen una mierda, de modo que se quedan todos SIN DINERO ninguno, como si fueran refugiados del Sahara o Somalia.
No me parece para nada casual que Vinterberg en varias ocasiones saque ese tema de las casas, tira a matar como suele hacer.
A partir de ahí comienza la odisea...
Supongo que como avezados foreros ya os habéis imaginado por donde van los tiros. Los daneses son extremadamente racistas, poniendo trabas a cualquiera que no sea "Danés de cuatro generaciones". A una amiga española de marido danés e hija danesa, obligaron a matricular a su hija en cursos de "danés para extranjeros", aunque fuera su idioma nativo, su país nativo. Siempre te recuerdan que "no eres danés de verdad".
Y esta peli es como una patada en la boca a todos esos seres de luz que se creen superiores a españoles, rumanos, polacos, moros o negros. Esta serie pone un espejo en la fealdad que fluye por debajo del hygge y sus casitas de cuidados jardines. Qué pasa si tu, danés, pierdes tu casita de ensueño, tu volvo de leasing, tu bici y tus muebles de Arne Jacobsen? Qué eres?
Para empezar te creías rico pero no tienes dinero porque todo era un token, la casita. Para seguir no eres ni más especial, ni más ser de luz que la gente de París. Y te toca competir contra ellos y contra unas leyes diseñadas para hacerte fracasar, como las leyes danesas hacen con los extranjeros.
Y qué haces cuando tu pequeñoburguesa vida donde la mayor preocupación es pensar si te ibas a las Sorbona o te ibas al Karolinska de Estocolmo, queda totalmente cercenada en cuanto opciones.
La verdad es que este guión en manos de un director medio de Netflix sería una auténtica basura. Pero Vinterberg es un genio, sus manos elevan todo hasta un nivel de angustia que a mi mujer y a mi nos costaba luego dormir cada noche. Y si no son las aguas y son los Khinzal Rusos que nos joden esta ilusión de control? Y si la cosa se va de las manos y se plantan en las bálticas y empiezan a jodernos?
En la serie hay de todo. Sobre todo hay buenos actores, incluyendo la mítica Paprika Steen, musa del cine Dogma
Hay actores noveles. Hay rollos familiares, hay traiciones, magia...
Me está encantando aunque le den un 6,6 en IMDB, la gente es completamente gilipollas.
Le doy (voy a ser generoso porque todo lo demás es infumable)
9 HDLGP de oro